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Consejos para las reformas de baños y cocinas

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reformas de baños y cocinas

Las reformas de baños y cocinas son de las más habituales en la mayoría de casas. Esto se debe a que, ambas estancias, son también las que más se deterioran por el paso del tiempo, tanto por el elevado uso que se hace de ellas como por la presencia de humedad a la que están sometidas. Si estás pensando en hacer reformas en el baño o la cocina de casa, te recomendamos que se hagan reformas en las instalaciones. 

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La instalación de agua: un elemento clave

Cuando se llevan a cabo las reformas de baños y cocina se suele prestar mucha atención a los revestimientos y los sanitarios y muebles en general. Sin embargo, una parte que no es menos importante y que requiere toda la atención necesaria es la instalación del agua.
Unas tuberías viejas y en mal estado pueden conllevar un chorro de agua insuficiente, falta de presión en las cañerías, o incluso roturas que pueden implicar goteras o humedades. Por ello, si la instalación del agua es antigua (más de 10 años), lo más recomendable es cambiar las tuberías junto con el resto de las reformas de baños y cocinas. Piensa que, aunque no se vea, es probablemente la parte más importante en estas estancias y, precisamente por no estar a la vista, si hay que manipularlas, es mejor hacerlo aprovechando las obras que tener que hacerlo más adelante.

La instalación eléctrica en las reformas de baños y cocinas

Otro aspecto importante que se tiene que tener en cuenta a la hora de hacer reformas de baños y cocinas es que, debido precisamente a la presencia de agua en estas estancias, la instalación eléctrica deberá cumplir con ciertos requisitos especiales. Estos requisitos son, simplemente, que se guarde cierta distancia de seguridad entre los lugares donde hay agua y los que ocupará la instalación eléctrica. 

Por seguridad, los enchufes y tomas de electricidad deberán guardar al menos una distancia de 50 cm respecto a los espacios donde hay agua (lavabo, ducha, etc.). Además, también habrá que tener en cuenta que, a diferencia de los enchufes de otras estancias de la casa (que suelen situarse a unos 30 cm del suelo), tanto en baño como en cocina estos deberán estar a una altura media de entre 1,30 y 1,50 cm por encima del suelo, lo que evitará riesgos innecesarios en el caso de que se vierta o acumule agua en el pavimento. 

Tener en cuenta las bajantes

Un elemento muy importante que tenemos que tener en cuenta cuando se realizan reformas de baños y cocinas son las bajantes del agua. Las bajantes permiten evacuar el agua desde los sanitarios y el fregadero y, como su nombre indica, facilitan que el agua baje y termine vertiéndose al sistema de alcantarillado. 
Al hacer reformas en baños y cocina es común que se muevan de sitio los sanitarios y el fregadero. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, si se separan demasiado de las bajantes, esto podría llegar a generar problemas respecto a la evacuación. Por ello, siempre que sea posible, se recomienda desplazar lo menos posible estos elementos y, cuando se haga, asegurarse bien de que la conexión con las bajantes es la adecuada.

Alicatado en reformas de baños y cocinas

Otro aspecto que conviene tener en cuenta antes de realizar las reformas en baños y cocinas es todo lo relativo a los azulejos. A diferencia de la pintura y otros revestimientos, los azulejos resisten perfectamente la humedad y el contacto con el agua, por lo que son uno de los acabados idóneos tanto en el caso del baño como en el de la cocina. Sin embargo, el proceso de alicatado suele ser lento y laborioso. Por ello, hay que tener en cuenta que, si se escogen azulejos de grandes dimensiones, se agilizará el mismo y, en consecuencia, la obra se terminará antes que si se opta por modelos de pequeñas dimensiones.

Revestimientos más allá del azulejo

Finalmente, aunque la azulejería suele ser el revestimiento más habitual en baños y cocinas, hay que tener en cuenta que también existen otras alternativas que responden igual de bien a los ambientes húmedos, y que además pueden aportar un toque más moderno y sofisticado. En este sentido, algunas de las opciones más recomendadas podrían ser la piedra natural (mármol, pizarra, granito, etc), o el microcemento. Este último es un material que se consigue a partir de polvo de cemento muy fino, y que se puede utilizar tanto en revestimientos como en muebles de obra (por ejemplo un lavabo), lo que aporta un toque vanguardista e industrial a cualquier estancia de la casa, incluidos también el baño y la cocina. 

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